Lluvia dorada para maduras desencantadas

No hemos tenido suerte en el amor, ni mi amiga ni yo, por eso dejamos que la lluvia dorada para maduras como nosotras nos ilumine a todas horas. O debería decir que nos moje, porque a nuestras edades aún nos humedecemos cuando vemos a hombres de verdad, pero no tanto como antes. Por eso la lluvia, la necesitamos: ¡sí o sí! Porque no llegamos a lubricar como cuando éramos tiernas lechonas, pero sí puedo decir, que las ganas de ser sobeteadas no las hemos perdido.

Yo y mi amiga, o al revés, somos de tiempos atrás, antañas, maduras como dicen ahora. También divorciadas y sin mucha vida sexual pasada. Ahora nos estamos liberando. Por eso hoy en día, como muchas mujeres cuarentonas de nuestras edades, comenzamos a disfrutar. Y aquí nos veis haciendo guarradas como universitarias salidas, y aún tengo más fotos porno caseras que pondré.

Yo soy la delgadita de tetas pequeñas, y Encarna es mi amiga con carnes y tetas agradecidas. Hemos hecho de todo esta tarde. Ahora escribo desde la escocida y enloquecida tarde en el apartamento de uno de ellos.

De la triste castidad a lluvia dorada de maduras sin igual

Eso hemos hecho, no parar de guarrear, aún no he puesto fotos de cómo mi amiga Encarna, la más gordita, me pasa la lengua por detrás. Hemos estado en su apartamento, hemos ido ya preparadas, listas para una buena follada. Esa es la pura verdad. En cuanto nos han visto, ellos sabían que iban a disfrutar como monos de circo. Yo estrechita y con mi vestido «beisse» de no haber roto un plato y de ministra de segunda fila, se lo he puesto en bandeja, a los dos: «Soy toda vuestra».

Rezaba mi vestido de forma subyacente y tácita. Porque ya en el sofá, el más gordito y fortachón me ha empezado a sobar las tetas como si fuera su tía lejana y no hubiera un mañana.

Me he puesto a mil estar con ese extraño descarado y mientras él me magreaba, yo misma me iba masturbando. A todo esto mi amiga Encarna, con curvas volubles y con tetones generosos se iba trabajando al otro jovencito, pero al parecer sobradamente preparado.

Jóvenes machos para nosotras más que necesitadas

Nos han hecho de todo, ya lo veréis en la siguiente entrega de fotos porno maduras: nos han follado como han querido, nos han puesto de rodillas, nos han hecho besarnos entre nosotras, y hasta mi amiga, me ha comido la parte más oculta. ¡Sí! Después de un buen chorretón o descargada sin cortapisas del fortachón, Encarna muy liberada, me ha relamido el agujero con fruición. Todo sin condón y sin condición, sin preguntas. ¡A lamer y punto! Uf, cómo sonaba su lengua por detrás.

En resumen, nos han puesto de rodillas en el exterior del apartamento. Y así, como perritas en celo esperando algo, nos han rociado con su néctar amarillo (antes me daba asco, ahora ya no). Y de esta forma, hemos recibido la lluvia dorada para maduras desencantadas por la vida pasada. Pero enamoradas de una sucia empotrada. Así son las cosas, antes éramos castas y ahora somos unas…

  • lluvia dorada para maduras

 

 

Deja un comentario