Familia porno española sin parar

Ese día Fernando se había levantado cachondo. Su fantasía era estar en una familia porno española, de esas que no hace falta salir de casa para follar con maduras. Se habían ido todos menos sus dos objetivos: su suegra y su madre. Un día ajetreado para la familia García en la que todos tenían que trabajar duramente desde las 6 de la mañana, menos ellos tres.

Así que nuestro protagonista ya se había levantando con la polla dura con ganas de meterla en algún sitio o de llamar algún teléfono guarro. De esos que por muy poco te sacan la leche al momento como alguna linea erotica de 24h o de incesto. Pero vayamos a lo primero, a follarse alguna de su familia.

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Así que sigilosamente abrió la puerta de la habitación de sus suegros. Porque esta familia se quiere tanto que viven, comen y ahora al parecer, follan, todos bajo el mismo techo. Ella, su suegra estaba en la cama, descansando después de haber hecho el desayuno para toda la familia bien prontito. Estaba vestida pero sola. Fernando no pudo más que acercarse bien caliente y entrar a matar si es que ella le dejaba.

Pronto vio que no se oponía a su ataque en celo, ella acostaba y melosa, se dejaba hacer. Se dejaba tocar y lógicamente se comenzaba a excitar. Le cogió la polla, se la empezó a menear, se dejó entre ver sus tetones, y le dijo:

Mi yerno, fóllame que estoy muy necesitada esta mañana y se han ido todos ….

No lo pensó más y cuanto la tuvo dura, se bajó con los calzoncillos, la reclinó y dio media vuelta, y después de haberla preparado magreándola, se dispuso metérsela.

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De este modo fue como poco a poco, paso a paso, le fue metiendo la polla, ella pedía y notaba como ese trozo duro de carne entraba por su vagina. Su suegra caliente levantaba un poco más la pierna para facilitar la penetración y la polla entraba hasta el fondo. Se la folló sin condón, a pelo, total, están en familia qué más da.

El gusto era evidente en los dos, ella por estar jodida y él por meterla, así que quisieron más y más, no pares, le decía ella. Y él se corrió encima de su suegra con todo el gusto y el calor de esta sesentona desaprovechada.

En este momento, ahora no pudo más que ir para su habitación, a descansar. Y es entonces cuando su madre, ajena a todo lo que había pasado en la habitación de los suegros le dijo:

¿Hijo estás bien? ¿Necesitas algo?

Solo de verla se le empinó de nuevo, recuperándose la follada a su suegra, ahora venía la madre. Con una bata de estar por casa, y los bultos de las tetas apareciendo y solo diciendo: