Crecieron como hermanos porque ella, la granjera caliente de las fotos es Melinda, su hermana insegura y novata. Él la iniciaba en este mundo del sexo con fotos de su coño peludo y sus tetas colgantes. Se trataba de una joven no agraciada físicamente, no formada en excelentes Universidades, pero con un morbo campestre que quitaba el hipo.
Ponía calientes a todos los del pueblo, a pesar de que ella se decía a sí misma «qué fea soy y qué cuerpo tengo». Rául, su hermano mayor, siempre le insistía que de fea nada, que simplemente eras percepciones suyas.
Hasta tal punto que no sabía lo que hacer para quitarle esa idea de la cabeza. Pero un día tuvo una idea.
- ¿Sabes lo que haremos hermana? Te voy a empezar a hacer fotos porno, con morbo, por todos los sitios, da igual el lugar, en la cama, en el césped, en un tractor, en el lavabo. Me da igual pero eso sí, toda guarra, como una granjera caliente que es lo que eres. Vas a salir hasta con gafas que dices que eres una madura fea y horrenda, ya verás como yo, haré que te veas de otra manera. ¿Qué te parece?
- No lo sé, si tú lo crees hermano, ¿mis tetas también las fotografiarás?
Granjera caliente tetona iniciándose en el sexo
Y así empezó todo, dos hermanos más aburridos que una colegiala en clase. Con unos padres ausentes por exceso de trabajo en la granja. Y con dos hijos, hermano y hermana, dispuestos a dar rienda suelta a la madre naturaleza.
- ¿Y sabes qué? Cuando te empiece a hacer fotos, no solo te verás más guapa, si no que yo, tu hermano, te veré como si no fueras de la familia. Porque comenzaré a ver a una mujer caliente, no a una hermana reprimida y tímida. Porque esas tetas hay que enseñarlas y que les dé el aire, las debes mostrar. ¿Lo entiendes?
- Sí…
- A ver, sácatelas que comenzaremos ahora mismo con algunas fotos, aquí en la cama…
Ya que de esta manera y en su propia habitación, en la de Melinda, su hermano Raúl sacó la cámara de hacer fotos y la enmarcó. La inmortalizó por primera vez. Ella estaba tímida al principio, se tapaba el chochito («¡ay, no me hagas la foto!», decía ella), se ruborizaba e incluso no quería enseñar nada.
Pero poco a poco, la naturaleza, que es más sabia de lo que pensamos, le fue dando la respuesta. Porque su entrepierna comenzaba a mojarse, a humedecerse a medida que el hermano le decía cómo ponerse.
Hermana cachonda ansiosa y deseosa
Se excitaba, se calentaba, notaba cómo sus pezones endurecían al extraerlos de la camiseta y del sostén. Y cuando se los enseñaba a su hermano, se ponían aún más duros. Porque su hermano endurecía el paquete cuando la miraba, se le empinaba sobre manera. El calentón de ella era bestial, joven y con ganas, miraba e intentaba sobar ese nabo duro.
Al final, en menos que canta un gallo, Melinda estaba en pelotas en su camita y a cuatro patas. Pidiendo abrir más su culo virginal. Y esta granjera caliente con cara de inocentona, fue despertando al sexo y a la vida. Raúl la inició cuando era una niña con coletas. Hoy es toda una soltera madura y granjera caliente buscando pollas desesperadamente.